Si pensamos en un postre italiano, posiblemente lo primero que se nos venga a la cabeza sea el Tiramisú. El Tiramisú no tiene una receta definida, cada uno le da el toque que quiera. Está hecho con bizcochillos o galletas que se mojan en café o en una mezcla de café y un licor, con una crema de queso. Veamos una receta que a mí personalmente me gusta por ser muy suave y muy fácil de hacer.
INGREDIENTES:
- 500 gr. de queso Mascarpone
- 250 ml. de nata para montar
- 4 yemas de huevo
- 80 gr. de azúcar
- 4 cucharadas de café soluble
- 4 cucharadas de ron o licor
- Cacao en polvo
- 2 paquetes de soletillas
PREPARACIÓN:
Empezamos mezclando el café con agua caliente, añadimos el ron y mezclamos todo muy bien. Pasamos la mezcla a otro recipiente pasada por un colador para quitar el café que no se ha disuelto. Metemos en el frigorífico para que se enfríe y reservamos mientras seguimos preparando nuestro Tiramisú.
Mientras, montamos la nata con un poco del azúcar. Es importante no pasarnos con el punto de la nata ya que si nos pasamos obtendremos mantequilla y ya no nos servirá. Para montarla tiene que estar bien fría, al igual que las varillas de la batidora y el bol que usemos. Reservamos.
Mezclamos las yemas de huevo con el resto del azúcar hasta que blanqueen. Añadimos el queso Mascarpone poco a poco y vamos mezclando con una cuchara de madera o una lengua pastelera. Es muy importante mezclarlo a mano, sin usar batidora, ya que si la usamos se nos puede quedar una mezcla demasiado líquida. Tenemos que obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Si utilizamos un bol de cristal mejor, porque así veremos si está todo bien mezclado.
Añadimos la nata montada poco a poco a la mezcla de Mascarpone con movimientos envolventes de abajo hacia arriba y con mucho cuidado para que la nata se baje lo menos posible. Reservamos.
Cogemos las soletillas y las mojamos en el café, pero vuelta y vuelta, ya que estos bizcochillos absorben mucho líquido y se nos pueden partir.
Cubrimos la base de nuestro molde con las soletillas y sobre éstas ponemos una capa de la mezcla de Mascarpone. Luego ponemos otra capa de soletillas y otra de Mascarpone.
Terminamos nuestro Tiramisú espolvoreando una capa fina de cacao en polvo.
Metemos en el frigorífico para que el Tiramisú coja consistencia.
Ya tenemos listo uno de los postres más característicos de Italia. Hay que dejarlo enfriar un mínimo de 2 horas, aunque el sabor se intensifica de un día hacia otro.