Quién no ha comido alguna vez un pollo o cualquier tipo de carne rellena. Pues bien, vamos a hacer un pollo relleno de carne y frutos secos muy fácil. El único inconveniente es el tiempo de horneado. La miel le da un toque crujiente y dulce que liga muy bien con el sabor suave de la carne de pollo.
INGREDIENTES:
- 1 pollo limpio
- 3 cucharadas de miel
- 1/2 vaso de aceite de oliva
- Romero picado
- Tomillo picado o mezcla de hierbas provenzales
- Sal
- Pimienta blanca molida
- 1 vaso de agua
- 1 pimiento verde
- 1/2 pimiento rojo
- 1 cebolla
- 1 zanahoria
- 2 dientes de ajo
- 6 ó 7 patatas baby
- 700 gr. de pechuga de pollo
- 200 gr. de pistachos
- 100 gr. de castañas tostadas y peladas
- 1 lata de champiñones laminados
- 3 huevos duros (hervidos durante 10 minutos en agua hirviendo)
PREPARACIÓN:
Empezamos "descamisando el pollo", que es quitarle los huesos con cuidado de no romperle la piel. Para ello, le quitamos el exceso de grasa que tiene por el culo, lo abrimos un poco y empezamos por aquí a separar la carne del hueso, raspando el hueso con mucho cuidado. Vamos raspando y cuando lleguemos a las articulaciones de los muslos y las alitas las rompemos y seguimos raspando hasta que salga todo el caparazón interior, quedando totalmente limpio.
Si vemos que es muy complicado, podemos hacer un corte por la parte inferior del pollo y por aquí sacamos los huesos, cosiéndolo posteriormente con hilo de bridar, pero la presentación no será tan estética.
A continuación preparamos el relleno. Empezamos picando la pechuga de pollo, añadimos los pistachos pelados, las castañas partidas en trozos no muy grandes y los champiñones laminados. Salpimentamos y mezclamos todo muy bien. Echamos una poca de sal en el interior del pollo, ponemos primero un huevo duro, a continuación ponemos un poco del relleno, introducimos otro huevo, un poco más del relleno, el último huevo y el resto del relleno.
Bridamos el pollo para que no pierda su forma a la hora de hornear, agarrando muy bien las alitas y los muslos. También podemos coser el culo y el cuello para que no se salga el relleno.
Mezclamos el medio vaso de aceite con el romero, el tomillo y una pizca de sal. Pintamos el pollo con esta mezcla y dejamos macerar durante una hora en el frigorífico. Mientras tanto, preparamos la guarnición.
Troceamos la cebolla, la zanahoria, el pimiento verde y el pimiento rojo en una juliana fina. Picamos el ajo en trozos pequeños.
Ponemos las verduras en una fuente apta para horno y espolvoreamos con sal, pimienta blanca molida y hierbas provenzales.
A continuación, partimos las patatas en gajos no muy grandes y las ponemos sobre las verduras. Salpimentamos y le añadimos unas pocas más de hierbas provenzales.
Pasada una hora sacamos el pollo del frigorífico, lo ponemos sobre las verduras y lo pintamos con la miel, cubriendo la mayor parte posible de éste. Echamos en la fuente el vaso de agua.
Precalentamos el horno a 175º y horneamos durante 1 hora y 45 minutos aproximadamente. Si vemos que se está quemando en exceso la piel del pollo, lo cubrimos con papel de aluminio.
Sacamos del horno y servimos caliente.
Nos quedará un pollo jugoso en su interior con una piel crujiente gracias a la miel caramelizada.
Un plato que podemos con el que quedaremos de lujo en prácticamente cualquier celebración.