La Lasaña es un plato muy típico que admite una gran cantidad de rellenos. Se puede rellenar de verduras, carne, e incluso se pueden hacer lasañas frías rellenándolas de queso crema o también se podría rellenar de ensaladilla rusa. En esta ocasión he preparado una lasaña de carne con salsa de tomate casera en lugar del típico tomate frito y creo que le da un toque diferente. Con estas cantidades sale una lasaña para 4 personas. Bueno, vayamos con la receta.
INGREDIENTES:
- 600 gr. de pechuga de pollo
- 1 cebolla
- 1 lata pequeña de champiñones (115 gr. escurridos)
- 2 dientes de ajo
- 1 vaso de vino blanco
- 1 hoja de laurel
- Sal
- Pimienta blanca molida
- 600 gr. de tomate triturado
- 1 cucharadita de albahaca
- 1/2 cucharadita de orégano
- 10 láminas de lasaña
- Queso Grana Padano
PREPARACIÓN:
Empezamos preparando la salsa bechamel (pinchar sobre "Salsa bechamel" en la lista de ingredientes para ver su elaboración). Reservamos.
Seguimos quitando el exceso de grasa y picando la pechuga. Como digo siempre, podemos comprar la carne ya picada, pero si la picamos nosotros mismos sabremos exactamente el tipo de carne que vamos a comer. También podemos usar carne de ternera o de cerdo. Reservamos.
Picamos la cebolla muy finita y doramos en una olla con un poco de aceite. Añadimos los dientes de ajo también muy picaditos. Dejamos dorar a fuego lento.
Mientras, cogemos los champiñones y los picamos.
Cuando la cebolla esté transparente, le añadimos los champiñones, removemos durante 1 minuto y añadimos la carne picada.
Con ayuda de una paleta de madera, removemos el conjunto y vamos separando la carne para que quede lo más suelta posible.
Cuando la carne haya cogido color por fuera, añadimos el vaso de vino blanco, la hoja de laurel y salpimentamos.
Cocinamos a fuego suave hasta que se haya evaporado el alcohol. Añadimos el tomate triturado, la albahaca y el orégano y cocinamos durante 20 minutos a fuego bajo hasta que veamos que se ha evaporado el exceso de agua del tomate, que no nos queda un sofrito muy líquido. Retiramos la hoja de laurel, rectificamos de sal y reservamos.
Llenamos una olla con agua y sal y cocemos las láminas de lasaña según las instrucciones del fabricante, (en otra entrada posterior haremos la masa para pasta fresca).
Cuando esté cocida, ponemos las láminas sobre un paño de cocina y las dejamos escurrir.
Precalentamos el horno a 180º.
Cogemos una fuente apta para horno, le untamos una poca de margarina para que no se nos pegue la lasaña cuando se esté horneando.
Ponemos en el fondo de la fuente las láminas de pasta, cubrimos éstas con una poca de salsa bechamel y encima ponemos el sofrito de carne cubriendo todo.
Volvemos a repetir el proceso anterior, láminas de pasta, salsa bechamel y sofrito de carne. Podemos poner tantas capas como quedamos, pero con estas cantidades salen para dos capas.
Por último ponemos una capa de láminas de pasta, cubrimos con una poca bechamel y le rallamos el queso Grana Padano.
Introducimos en el horno a 180º durante 35 minutos y cuando veamos que el queso está derretido y empieza a dorarse, gratinamos durante 5 minutos hasta que el queso se haya dorado.
Sacar del horno y servir caliente.
Un plato típico y fácil de preparar. Os animo a que la hagáis y ya veréis lo buena que está.