NUGGETS DE POLLO

A pesar de la "mala fama" que tienen los nuggets, podemos hacerlos nosotros mismos, con ingredientes totalmente naturales y un resultado crujiente por fuera y cremoso por dentro. Son ideales como aperitivo o para cualquier comida, ya que puedes prepararlos con antelación y congelarlos para cuando nos haga falta. Yo he utilizado queso Quark, que es un queso cremoso de textura parecida a la del Philadelphia. Podéis utilizar cualquier queso rallado, como un Parmesano, un manchego, etc., la única diferencia es que si usáis un queso cremoso no hay que ponerle huevo ya que el mismo queso sirve para unir la mezcla. En el caso del queso rallado no, por eso habría que incorporarle el huevo. 

De verdad, son muy fáciles de preparar y el resultado no tiene nada que envidiar a los industriales, todo lo contrario.

INGREDIENTES: (para 25 unidades aproximadamente)

- 300 gr de pechuga de pollo

- 50 gr. de queso Quark (o el queso crema que más os guste)

- Sal

- Perejil fresco picado

- Pimienta blanca molida

Para el rebozado

- Harina

- Huevo

- Pan rallado

- Orégano

PREPARACIÓN:

Para preparar los nuggets, empezamos quitándole el exceso de grasa a la pechuga y picándola. Como siempre digo podemos comprar la carne ya picada, pero siempre es mejor picarla nosotros mismos y así sabemos exactamente lo que comemos.

Una vez que esté picada añadimos el queso, la sal, el perejil, la pimienta y mezclamos todo muy bien.

Una vez que esté todo bien mezclado, tendremos una masa "pegajosa". Podemos añadirle un poco de pan rallado para que no se nos pegue a las manos a la hora de hacer los nuggets, pero entonces quedarán menos cremosos. Un truco para que no se nos pegue es mojárnoslas con un poco de agua y así no tendremos que ponerle pan rallado.

Para el rebozado, he mezclado el pan rallado con un poco de orégano para darle más sabor. También se puede comprar el pan rallado con el orégano incorporado o simplemente no añadirle nada.

Hacemos pequeñas bolas con la carne, las aplastamos y las pasamos por la harina, el huevo y el pan rallado.

Encendemos la freidora o en una sartén con abundante aceite de oliva bien caliente, freímos hasta que estén dorados. Sacamos y pasamos a un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.

Servimos todavía calientes.

Y listos nuestros nuggets caseros, sanos y deliciosos. 

Un saludos a todos!!!!