Aunque se elabore en otras regiones y con un nombre distinto, este dulce tiene su origen en Castilla La Mancha y se suele tomar en Semana Santa. Es muy fácil de preparar, con muy pocos ingredientes y muy básicos. El único inconveniente es que necesitamos un molde especial para poder hacerlas, pero podemos encontrarlo en muchas ferreterías o en tiendas de cocina y su coste es bastante bajo. Cuanto más uso tenga el molde que utilicemos más fácil será la elaboración de las flores.
INGREDIENTES:
- 1 huevo grande
- 300 ml. de leche a temperatura ambiente (yo he usado desnatada)
- 175 gr. de harina de trigo
- Aceite de oliva para freír
- Azúcar para rebozar
- Canela para rebozar
(Tanto el azúcar como la canela se pueden sustituir por miel)
PREPARACIÓN:
En un bol mezclamos el huevo, la leche y la harina. Nos tiene que quedar una mezcla líquida y homogénea. Para asegurarnos que no nos queden grumos podemos integrarlo todo con las aspas de la batidora.
Pasamos la mezcla anterior a un recipiente que nos coja el molde lo más estrecho posible para realizar las flores.
Ponemos abundante aceite de oliva a calentar en una cazuela onda, a fuego medio e introducimos el molde que vamos a utilizar para que se vaya calentando, ya que para que salgan bien éste debe de estar caliente.
Una vez que el aceite y el molde estén bien calientes, introducimos éste último en el recipiente de la masa para que se empape bien.
Volvemos a introducir el molde en el aceite caliente y freímos la flor. Veremos como la masa se empieza a despegar y vamos sacando con mucho cuidado el molde. Si vemos que no se despega bien, damos pequeñas sacudidas hasta que se suelte. Nos podemos ayudar de una espátula de cocina.
Damos la vuelta a nuestra flor para que se dore bien por ambos lados. Una vez que esté bien dorada, la pasamos a un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Para hacer la siguiente flor, introducimos el molde en el aceite para que se caliente y repetimos todo el proceso anterior.
Cuando tengamos todas las flores hechas, cogemos un plato o un bol y mezclamos muy bien el azúcar con la canela, rebozamos cada flor y dejamos enfriar. Como indicamos en la lista de ingredientes se puede sustituir el azúcar y la canela por miel, obteniendo también unas flores deliciosas.
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