Las croquetas son siempre un recurso para cualquier ocasión, ya que podemos congelarlas y freírlas rápidamente. Son el aperitivo perfecto para una cena o almuerzo. Podemos hacerlas prácticamente de cualquier cosa: morcilla, jamón, queso, etc., pero en esta ocasión vamos a utilizar unos Boletus. A pesar de que este tipo de seta es muy caro, podemos comprarlas deshidratadas o congeladas y nos saldrán más económicas. Tienen un sabor muy marcado y característico y el resultado, desde mi punto de vista, es espectacular. Veamos como se preparan.
INGREDIENTES:
- 40 gr. de Boletus deshidratados
- 110 gr. de harina de trigo
- 1 litro de leche semi-desnatada
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Sal
- Harina
- 2 huevos
- Pan rallado
- Orégano picado
PREPARACIÓN:
Empezamos hidratando los Boletus. Para hacer ésto, cogemos un bol, lo llenamos de agua, introducimos los Boletus y los metemos en el microondas durante unos 3 minutos y medio o hasta que veamos que ya están blandos.
Pelamos la cebolla y el diente de ajo lo más fino que podamos. Ponemos un poco de aceite de oliva en una sartén y cuando esté bien caliente añadimos la cebolla, el ajo, una pizca de sal y pochamos hasta que veamos que la cebolla empieza a ponerse transparente.
Mientras tanto ponemos la leche a calentar, cortamos los Boletus en trozos no muy grandes, los añadimos a la sartén con la cebolla y el ajo y salteamos levemente.
A continuación, incorporamos la harina y cocinamos durante un minuto más o menos, sin parar de remover para que no se nos queme.
Vamos añadiendo la leche bien caliente poco a poco, removiendo constantemente hasta que desaparezcan los grumos y tengamos una mezcla uniforme y espesa. Salamos.
Pasamos a un recipiente, dejamos atemperar y tapamos con papel film tocando la masa para que no se forme costra y dejamos reposar durante un día en el frigorífico.
Cogemos tres recipientes amplios y ponemos en uno la harina, en otro los
huevos y por último el pan rallado al cual le añadimos orégano
picado para darle más sabor.
Sacamos nuestra masa de la nevera y vamos formando bolas no muy grandes, intentando que todas sean más o menos del mismo tamaño.
Primero pasamos nuestras croquetas por la harina, luego por el huevo y por último por el pan rallado. Es muy importante apretar bien para que el pan rallado cubra por completo las croquetas y no se deshagan a la hora de freírlas.
Ponemos abundante aceite de oliva en una sartén y cuando esté bien caliente freímos las croquetas. Las pasamos a un plato con papel absorbente para quitarles el exceso de aceite y servimos calientes.
Listas nuestras croquetas y a disfrutar.
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