El merengue italiano es uno de los más utilizados, sobre todo para cubrir tartas, aunque también se utiliza para otras elaboraciones como pueden ser las milhojas. Sus características principales son que queda duro y brillante y lo más importante es que no se baja a diferencia del merengue tradicional. Veamos la receta y lo sencillo que es de elaborar.
INGREDIENTES:
- 3 Claras de huevo
- 1 pizca de sal
- 250 gr. de azúcar
- Agua (cantidad necesaria)
PREPARACIÓN:
Para preparar el merengue italiano empezamos elaborando el almíbar. En un cazo ponemos el azúcar y lo cubrimos con agua, solo cubrirlo, no es necesario añadirle más cantidad.
Ponemos el cazo al fuego y dejamos que hierva hasta que los borbotones se hagan más espesos. El punto exacto para saber si el merengue está listo es cuando haya alcanzado el punto de hebra gorda. Suena muy difícil pero es realmente sencillo. Cogemos un poco de almíbar con una cuchara, dejamos que se temple un poco para no quemarnos. Mojamos un dedo con el almíbar y hacemos pinza entre dos dedos y debe de quedar una hebra entre ambos dedos. Ese es el punto exacto.
Mientras tanto, montamos las claras con una pizca de sal para que monten mejor. Si disponemos de un robot de cocina nos será más fácil.
Cuando hayan empezado a montar, le añadimos el almíbar y dejamos que se haga el merengue. Al contrario que la nata, el montado de las claras de huevo no se corta, por lo que no debemos de preocuparnos de que se nos pase de montado.
El merengue empezará a endurecerse y cuando empiece a hacer picos tendremos listo nuestro merengue.
El proceso de montado es largo, así que no debemos de preocuparnos, al final termina saliendo.
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