Hoy vamos a preparar una pizza un tanto rara, o más bien diferente por los ingredientes que utilizaremos. Para los amantes del queso será la pizza perfecta. Combina el sabor tan intenso del Roquefort, con el dulzor de la miel y de la manzana. Ese contraste es el que le da a esta pizza ese toque tan especial. Os animo a que la probéis, que experimentéis vosotros mismos y que me contéis si os gusta o no.
INGREDIENTES:
- Tomate triturado
- Sal
- Albahaca
- Mozzarella
- Roquefort
- 1/2 manzana Royal Gala
- Un poco de zumo de limón
- Miel de flores
- Orégano
PREPARACIÓN:
Empezamos preparando la masa de nuestra pizza (pinchar sobre "Masa para
pizza" en la lista de ingredientes para ver como se prepara).
El siguiente paso sería elaborar nuestra propia salsa de tomate. Ponemos
el tomate triturado en una olla, le añadimos la sal y la albahaca
fresca picada muy fina. Dejamos cocinar durante unos 10 minutos o hasta
que veamos que se ha evaporado el agua que va soltando el tomate.
Probamos y le añadimos un poco de azúcar si los tomates son muy ácidos.
Partimos una manzana Royal Gala por la mitad, le quitamos el corazón y la pelamos. Cortamos la media manzana en láminas finas y le echamos un poco de zumo de limón para que no se oxide. Reservamos.
Lo siguiente sería "montar" nuestra pizza. Empezamos poniendo sobre la
masa una fina capa de salsa de tomate, es muy importante no pasarnos con
ésta, ya que podríamos ablandar la masa si echamos demasiada.
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
A continuación, ponemos la Mozzarella rallada sobre el tomate. Podemos
poner la cantidad que queramos pero sin pasarnos porque la pizza puede
quedarnos demasiado "chiclosa".
Ahora cogemos el Roquefort y lo desmenuzamos, utilizaremos la cantidad que veamos oportuna pero teniendo en cuenta que este queso es muy fuerte y podría "tapar" el sabor del resto de ingredientes. Lo repartimos sobre la Mozzarella, intentando hacerlo de la manera más homogénea posible.
Cubrimos nuestra pizza con las láminas de manzana.
Para finalizar cogemos el tarro de miel, hacemos una especie de espiral con ésta, es decir, como una especie de caracol para que cada porción tenga un buen toque de miel y espolvoreamos con un poco de orégano.
Introducimos nuestra pizza
y horneamos unos 15 minutos o hasta que veamos que los bordes empiezan a
dorarse y el queso a fundirse.
Puede parecer una combinación algo rara pero os garantizo que si la probáis repetiréis. Un saludo a todos.
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